viernes, 24 de julio de 2009

Un mes.
Un mes entero.

¿Y qué?
Si no has hecho nada, si no tienes ganas de ver a la gente siquiera, si no eres capaz de sentarte a escribir, si ya ni con alcohol cambia la realidad. Si te estás volviendo loca aquí dentro.
Y después está todo eso de la dependencia, que deberías cuidarlo también.

Que te jodan, nena.

martes, 14 de julio de 2009

Natalia perdió la verguenza a los dieciséis, y a los veintiuno pervierte sus razones en un cabaret de mala muerte del más degenerado de los Berlines. De madre alemana y padre irlandés, Natalia, que tenía una abuela española a la que le gustaba tanto el ron como cambiar de marido, y de la que heredó el nombre en un arranque de circo de variedades por parte del tío paterno favorito de su madre (tanto que acabaron en la cama sin más premisas que sus propias ganas), ha encontrado quien le rasgue las vestiduras cuando se pone tonta. Y es que a Javier, hasta la fecha, ninguna mujer le ha puesto los puntos sobre las íes. Pero Natalita, con sus ganas de joder a la vista, igual no solo se lleva una buena hostia por parte del destino, si no que igual se la pega al tipo que en su vida ha rendido cuentas a nadie.

domingo, 12 de julio de 2009

Por Chicagato.

-¿Sabe? Podría invitarme a una copa. Mirar como sorbo con la pajita, como me lamo los labios después, encantada. Podría contarme algún chisme al que ninguno de los dos haría caso. Yo me reiría, le daría la razón, coquetaría con usted, incluso dejaría que me cogiera la mano en un gesto absolutamente adorable. Me haría la tonta, le diría: Pero qué culto es usted. Qué maravilla. Cómo sabe tanto de todo. Y usted sonreiría condescendiente, se acercaría más a mí, le pediría otra copa a un camarero que ya no se sorprende de nada. Podríamos hacer todas esa pantomima, pero, sinceramente, ¿para qué andarnos con rodeos si ambos nos morimos de ganas de follarnos a muerte en su habitación de hotel?

Javier sonrió y e hizo una breve reverencia.

-Touché, querida. Es usted arrebatadora.

miércoles, 8 de julio de 2009

Anyway I can't try anything, pero me sigo emborrachando cada noche para evitar que mi cabeza vaya demasiado deprisa o demasiado despacio, para no ser capaz de seguir el hilo de mis pensamientos o para aburrirme de leer entre mis propias líneas.
Entre trago y trago me acabo de dar cuenta de que realmente, y a pesar de it looks to me like heaven, mis decisiones siguen siendo tan erróneas como siempre, y yo sigo igual de cabezota, negándome a rectificar. ¡Pero míranos! Si nos hacemos el amor desde lejos porque se achanta con cualquier palabra de más. Alimenta mis inseguridades.
Yo todavía me aferro a dedos temblorosos y miradas furtivas, al amor barato y a los romances de madrugada, en eso no he cambiado, aunque siempre decías que te gustaba, not one of the others could ever compare, y me dejabas cada noche tambaleándome escaleras arriba, a oscuras, arrastrando el alma por los escalones. La luna manchada de gris en tus pupilas, que me daba cuenta enseguida. No sé en qué cojones estaba pensando. No sé en qué cojones pienso ahora.

Necesito otra tregua.
No soporto esta desconfianza que me has dejado grabada a fuego entre los pulmones, no importa cómo, no importa dónde ni con quién. Joder, ni siquiera sé si realmente es por eso.
Necesito otra tregua.
Que venga y me dedique su tiempo hasta que sienta que voy a implosionar, que no me deje de abrazar mientras duermo, que establezca sus prioridades. Lo sé, lo sé. Lo siento.
Necesito otra tregua.
Me he cansado de escuchar a la misma gente, de ver la misma puta calle todos los días y asfixiarme en esta jodida desmotivación que me oprime el pecho. Sálvame, aunque yo no haya podido hacer lo mismo por ti.



.quealguienmesaquedeaquí.

viernes, 3 de julio de 2009

Ya no puedo más.

Te prometo que lo estoy intentando, con todas mis fuerzas, pero se me va de las manos.

Me desespero aquí sin tu voz.