viernes, 31 de octubre de 2008

¿Sabes? Puedes dejar de esperar que dé el primer paso...

Para mi la amistad parece tener un significado completamente distinto del que tú le das.
Joder.

jueves, 30 de octubre de 2008

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los lazos se rompen.

como los corazones.

domingo, 26 de octubre de 2008

Midnight Romance. &. Nightmares.

Prefiero morir vicioso y feliz, a vivir limpio y aburrido. Prefiero encontrar una estrella en el fango que cuatro diamantes sobre un cristal. Prefiero que la estrella queme, sea fuego, a que tenga un tacto rezumante de frialdad. Prefiero besar el duro suelo veinte veces para llegar una sola vez a lo más alto que escalar poco a poco, sin caer nunca, pero sin llegar jamás a la cima. Prefiero que me duela a que me traspase, que me haga daño a que me ignore. Prefiero sentir.
Prefiero una noche oscura y bella, sucia y hermosa, a un montón de días claros que no me digan nada. Prefiero una cadena a un bozal. Prefiero quedarme en la cama todo el día pensando en mi vida que levantarme para pensar en la de otros. Prefiero un gato a un perro. Porque el gato te araña, es infiel, te ignora, se escapa, pero sabes que, a pesar de todo, no podría vivir sin ti. En cambio, el perro es tonto, no sabe nada, te obedece hasta el absurdo. Prefiero las mujeres gato a las mujeres perro, por las mismas razones.
Prefiero el mar a la montaña. La vida es una noche tumbado en la playa, mirando las estrellas sin verlas, soñando despierto, dejando que la arena se cuele entre los dedos de mis pies, embriagado de todo. Y la noche, siempre la noche. Nunca a la luz del sol. La noche es mágica. Me hace vivir, no pensar. Me pone en movimiento. Rompe mis esquemas. Prefiero las noches frescas de verano, andar con poca ropa, sentarme en el suelo y meterme algo de vida en el cuerpo. La mañana me sabe a dolor de cabeza. Me da sueño. Me quita las ganas de hablar. Me recuerda que soy mortal. Me recuerda que soy normal. La noche me hace único.
Prefiero el color de la sangre y el de la gris niebla que difumina las cosas. Si sabe que prefiero el frío cuero, ¿por qué se viste con el traje de terciopelo? Se me escurre entre los dedos... Prefiero experimentar las cosas, aunque me hagan mal. Aunque me hiervan la sangre. Prefiero probarlo todo antes que morirme sin saber lo que me gusta. Y, más que nada, prefiero…



Que me beses.

miércoles, 22 de octubre de 2008

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Necesito tenerte cerca.

Necesito que vuelvas.


Que Noviembre está llegando... Y tú sigues lejos.

domingo, 12 de octubre de 2008

sábado, 11 de octubre de 2008

jueves, 9 de octubre de 2008

The Third Child. [[Esbozo]]

El primer recuerdo que conservaba le resultaba en ocasiones desconcertante.

Todo a su alrededor era excesivamente grande.
No, él era pequeño, muy pequeño. Tanto que ni siquiera era capaz de articular palabras aún. Se miraba sus manitas, sonrosadas y cálidas, jugando a juntar las palmas. Y reía, reía con esa risa inocente que tienen los niños que no han descubierto todavía la crueldad del mundo. A veces la luz del sol se colaba a través de las cortinas anaranjadas, creando reflejos ondulantes sobre los azulejos del suelo. Sus ojos chispeantes los recorrían con expectación.

Entonces levantaba su cabecita, las mejillas encendidas de alegría, y su mirada se topó con otra idéntica. Quizás esa fuera la primera vez que había experimentado el desconcierto. Sus labios, apenas dos finas líneas, formaron una O. Extendió el dedo índice, con ese típico gesto de los críos, señalando unas facciones que le resultaban desconocidas. Unos relucientes ojos negros, una nariz chata, un rostro redondo enmarcado por una mata de fino pelo oscuro. Aquel otro niño lanzó una carcajada aguda, y se acercó con pasitos vacilantes. Tocó con cuidado la mejilla de su compañero, volviendo a reír. Luego se giró, ante su mirada extrañada, hacia alguien que permanecía en un rincón, y repitió la misma operación con él. Cuando se apartó de delante del desconocido, sus ojos se abrieron por la sorpresa. ¿Por qué lo miraban dos rostros tan semejantes?

Aquel recuerdo, que a veces regresaba en sueños y que había llegado a dudar de que no perteneciera más que a lo onírico, terminaba con un reflejo. Un espejo giraba, pendiendo de una cuerda roja, y su cristal le mostraba su propia imagen…
Ojos negros, nariz chata, rostro redondo, pelo oscuro.

lunes, 6 de octubre de 2008

Notas a pie de página.

Entrelacemos los dedos mientras quede un resquicio de luz en este ocaso.

Y sigue cántandome para que no me ensordezca el estruendo de la ciudad.




Pero es que aunque sepa que tienes ese algo... No es suficiente.

domingo, 5 de octubre de 2008

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Mierda.




Que no me quiero enamorar.

Pero esto no es amor, ¿verdad?






Que pase de una vez la tormenta...


Simplemente, ayer. Tú, yo, y todos los demás.
Todos los demás.
Y ni siquiera me miraste. Joder.
O, al menos, no me provoques para que caiga en tus juegos, en los mismo jodidos juegos de siempre. Ostia puta.

sábado, 4 de octubre de 2008

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Estoy harta.
No, estoy MUY harta.

¿Sabes? A veces en la vida suceden cosas que te hacen cambiar en muchos aspectos. Cometes errores, aparecen personas nuevas, se van amigos de toda la vida...
Entonces tienes que aprender, y adaptarte, y te amoldas a las nuevas situaciones. Encuentras el equilibrio, después de mucho esfuerzo.
Pero siempre queda una pequeña porción de tu pasado que se empeña en perdurar en el tiempo, como una espina que no sale de la carne.
Buscas nuevas amistades, te unes a un círculo de amigos con el que más o menos encajas. Y sonríes, porque eres relativamente feliz.
A mí me ha costado nada más y nada menos que ocho meses alcanzar ese equilibrio, aunque últimamente pareciera una desequilibrada mental. ¡Pero estaba siendo feliz, joder!
Y siempre llega algún imbécil de turno que se encarga de destrozar mi realidad, esa que he contruido con todo mi empeño para reír en ella.
¿Quieres quedarte con mis amigos? ¿Con esos a los que siempre criticastes y pusistes a parir?
Pues quédatelos, joder, ¡QUÉDATELOS!.
¡No importa! Es mi sino, ¿verdad? Vagar sin rumbo hasta encontrar algo a lo que aferrarme para que después mi pasado vuelva a robármelo.
Sí, da igual. Que no os despidáis, que ni siquiera os percatéis de que nos hemos ido, que os cuenten todas esas mierdas...
Joder.
Las ganas de explotar. Las ganas de echarse a llorar. Las ganas de correr por la ciudad hasta que el corazón se detenga.


Ven conmigo a escapar de esta puta pesadilla.

viernes, 3 de octubre de 2008

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No significa no.

Joder. Que yo ya he escarmentado. Y creo que tú también.

jueves, 2 de octubre de 2008

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¡A veces sólo se necesita un pequeño empujón para echar a volar!