jueves, 27 de noviembre de 2008

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Me coges de la mano en sueños

e, inocente de mí, me dejo arrastrar.





Y no sabes la de cosas que quedan por decirse.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

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¿Y ahora qué?

Si es que estás echando por tierra mis esquemas,

y haces que afloren los sentimientos, bajo la piel…





Yo era de las que tenían la cabeza fría y los pies en el suelo.
Pero a veces... ya sabes que a veces vuelo.

domingo, 23 de noviembre de 2008

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Ya no haré más promesas que no pueda cumplir.
Lo prometo.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Me prometió que enseñaría el mar.

A ella siempre le había gustado: el olor a sal, el reflejo del sol sobre las olas, y los poemas que hablaban sobre él. Sobre todo, adoraba esos poemas.

Pero desapareció de madrugada, y ya no volví a saber nada de ella.










Hasta que una mañana, ante mi puerta apareció un frasco de cristal, cerrado herméticamente. Al recogerlo del suelo, descubrí lo que contenía: una caracola... y un poquito del mar.

martes, 18 de noviembre de 2008

Musa, musa, ¿cuándo piensas regresar?




Es tarde, no puedo salir a buscarte al bar...
Y sin embargo, te necesito.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Mírame, sonriendo como una estúpida porque me has regalado una frase completa.
Qué gilipollas me siento.
No.
Qué gilipollas soy.-

jueves, 13 de noviembre de 2008

Come in here, dear boy, have a cigar. You're gonna go far, fly high, you're never gonna die, you're gonna make it if you try; they're gonna love you.

viernes, 7 de noviembre de 2008

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Mi realidad se quedó suspendida un instante. Conteniendo la respiración.
Fue como si ese ente abstracto, ese pájaro que da cuerda al mundo se hubiera detenido a recuperar el aliento.
Lo vi todo, pasando ante mis ojos como si de una película se tratara. Un film que había protagonizado pero del que no había sido parte. Quizás sólo lo había estado mirando desde fuera, a través de una pantalla invisible. Aquella no era la realidad que había querido para mí, por eso me había dedicado a desarrollarme en ella manteniéndome completamente al margen.
Qué difícil es expresarlo con palabras, ¿no?
Había sido, durante demasiado tiempo, espectadora neutral de mi propia vida. Sin intervenir, sin tocar, sin sentir. Porque no podía permitírmelo. Suena jodidamente trágico, ¿verdad? No lo es. Uno se acostumbra.
Mi vida ha dado una brusca sacudida. Una palabra, sólo una palabra, ha provocado un cataclismo de inconmensurables dimensiones. Cayó como un rayo, agrietando la superficie perfecta de mi burbuja. Arrancándole escalofríos hasta al propio viento invernal. Y yo no quería moverme, no quería que los escombros de mis recuerdos se derrumbaran sobre mí. Me rodeé las rodillas con un brazo y me cubrí la cabeza. No iba a gritar, no iba a temblar, no iba a llorar. Simplemente, me quedaría allí quieta, en silencio, hasta que el polvo volviera a posarse donde le correspondía.
Y sucedió más rápido de lo que me esperaba.

El pájaro se cansó de esperar. El tiempo vuelve a transcurrir a velocidad normal.
No hay cambios, al menos a simple vista. Dentro del corazón, quizás una espinita se ha hundido un poco más. Pero todavía no sangra. Eso es bueno.

-Espera. Aún es pronto. No te precipites.
-Si es que la indiferencia sigue ahí... Es sólo que... me cogió por sorpresa. Nada más.
-¿Nada más?
-Nada más.
-Ya veremos.




Joder. Decidí que ya no regresaría en Noviembre, pero ahora es distinto. Lárgate y haznos un favor a ambos.

Zas.

Un rayo.
Un terremoto.
Una catástrofe.
Una palabra.

Y se derrumbó todo.



Me voy un rato a apartar los escombros, a ver si encuentro mi corazón entre ellos.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Be my way.



By the dusk, I'll keep my room and go away.


Yesterday, I looked at the sky and saw this beatiful light.

I felt like writting in english, thinking in english... just to forget this city which doesn't allow me to breathe. I'd like to be far away from him...




And his smile.




Continue slpeeping on my lap, dear...




and I'll keep on smiling! =)

sábado, 1 de noviembre de 2008

[L]

Te quiero, y aún no lo sabes.


O quizás sí, pero prefieres ignorar ese hecho.
Dios, yo no iba a volver a enamorarme...