lunes, 2 de marzo de 2009

-Si tuviera que escoger a alguien, me enamoraría de ti, sin ninguna duda.

-Pero al amor no se juega así. No se trata de cerrar los ojos y señalar con un dedo a una persona al azar, qué va. Es mucho más complejo. Hay ciertas implicaciones, ¿sabes?, que asumes si decides apostar en esto. Por ejemplo, las revoluciones que alcanzará tu corazón y, en consecuencia, el de quien hayas escogido. ¿Novecientas treinta y tres? Ni una más. Quiero decir, estás dentro de eso, así que debes hacer tuyas las consecuencias que deriven de tus decisiones. Por eso no puedes decir si tuviera que elegir a alguien.

-Entonces no quiero enamorarme.

1 comentario:

lis.en.silencio dijo...

Siempre que puedo, evito utilizar esas palabras :)
La madrugada no sé, pero los domingos también han quedado marcados para mí.

Sabes? el dilema que planteas también lo he tenido en cuenta y a día de hoy no sé si está en nuestras manos elegir de quién nos enamoramos, porque el subsconciente juega muy malas pasadas.