Noviembre camuflaba con cafeína las horas de insomnio, y los agujeros del pecho, pero realmente nunca se le dio demasiado bien disimular las cicatrices del tiempo y la distancia. Ni el vacío entre las sábanas.
Supongo que a nadie se le da bien. A veces solo fingimos que es superable pero en la intimidad de nuestra soledad nos damos cuenta que es solo un camouflage. Después, todo es cuestión del tiempo.
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Supongo que a nadie se le da bien. A veces solo fingimos que es superable pero en la intimidad de nuestra soledad nos damos cuenta que es solo un camouflage. Después, todo es cuestión del tiempo.
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