miércoles, 9 de junio de 2010

Que no puedo más.
Que necesito alguien en quien confiar plena y ciegamente, que me desate este nudo que me asfixia, que me destroza. Necesito que alguien me comprenda, que esté ahí. Sólo eso.
Es la una de la madrugada, y hago recuento de conversaciones. Y me muero lentamente, de dentro hacia fuera, pero nadie lo sabe porque nadie me ha escuchado. Nadie. Me estoy quemando a solas, porque es demasiado sencillo mirar hacia otro lado.
Por favor, por favor.
Necesito a alguien que me salve de mí esta noche.
Joder.

No hay comentarios: