martes, 23 de junio de 2009

Puedes llamarlo motivación, o puedes ponerle nombre propio, con inicial en mayúsculas y todo, pero su ausencia me seguirá dejando ese mal sabor de boca y ese agujero entre los pulmones que hace que a veces no pueda dormir y arañe hasta las sábanas de pura frustración.

1 comentario:

marta dijo...

La ausencia de alguien querido siempre nos desgarra el alma, provocándonos un enorme vacío. Ojalá existieran pomadas para aliviar ese dolor.
Un beso MUYGRANDE :)