Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo.
Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo.
Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo.
Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo.
Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo. Y qué si no puedo.
Y qué, si no puedo dejar de echarte de menos.
A veces es una suerte que se me vaya toda la fuerza por la boca.
Todo lo demás se convierte en pura inercia.
domingo, 21 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario